Ahora hace justo un año que comencé este proyecto personal sin más expectativas que sobrevivir a mi reciente divorcio y pagar las facturas diarias. Tuve que aprender tantas habilidades nuevas y tan deprisa que no lo veía nada claro. Tuve que crear un hueco para mi nombre y marca en el pozo sin fondo de competidores que hay en internet. Ni dios conocía mi país y estaba ofreciendo lo mismo que otros miles de tíos ya ofrecen, pero en condiciones mucho peores. Los primeros meses fueron simplemente deprimentes, sin prácticamente visitas ni subscripciones. Pero no me quedaba otra que tirar para delante. Un tío de más de 50 no tiene muchas opciones laborales hoy en día. El calvario del divorcio empeoraba semana tras semana y mi abogado no quería trabajar gratis, óbviamente. Mis escasos recursos financieros y psicològicos se tenían que repartir a partes iguales entre mi matrimonio derrumbado y mi proyecto inicialmente fracasado. ¡Perdí casi 10 kg a base de estrés y angustia!
Pero perseveré…Honestamente, no sé muy bien como y por qué. Y las cosas empezaron a cambiar.